Y él despertó en aquel jardín que soñó, frente a
sus pies habían claveles rojo carmesí.
Todo fue real, jamas imagino que aquellas flores
crecieran al ritmo de la lluvia, presencio como
sus pétalos se despeinaban con el viento y bailaban
melodías románticas en las noches estrelladas.
Dos seres bajo el cielo fueron cubiertos por un manto
lunar, así se creo la magia que ningún mago posee.
A partir de aquel día sus semillas germinaron abrazados
vigorosamente al suelo.
Él todavía visita el jardín que se volvió poesía en su vida,
sabe que estuvo en el momento, día, y segundo perfecto.
Hoy despertó del sueño y amar es su arte.
